Lista completa de temas
LA FARSA DE LA JUSTICIA PENAL
por Horacio Velmont
Contacto

«Son unos reverendos hijos de puta».
(Exabrupto de Burlando contra los acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa, aclarándolo después diciendo que «lo importante es que los padres de Fernando estén conformes»)
El circo Báez Sosa
https://www.laprensa.com.ar/525601-El-circo-Baez-Sosa.note.aspx
Carta abierta a Barby Franco, pareja del Dr. Burlando, a propósito del Dr. Tomei, defensor de los rugbiers

¡Aquí tenéis la cabeza de uno de los rugbiers hijos de puta!

¿PRISIÓN PERPETUA O TORTURA PERPETUA?


«¡CRUCIFICADLOS A TODOS!»
La pregunta del millón es si los jueces cederán a los pedidos de la turba y les aplicarán a los rugbiers la pena máxima de prisión perpetua, sanción que es peor que la muerte misma…
:quality(75)/arc-anglerfish-arc2-prod-elcomercio.s3.amazonaws.com/public/MTNAW4D3HNDSXDRQMVHVD67K4M.jpg)
Así es, querido Watson, ¿cómo es posible que los jueces penales, que no tienen la menor idea de por qué los seres humanos actúan como lo hacen, se arroguen el derecho de juzgarlos?
La Psiquiatría y el cuento del asesinato a sangre fría

Instante clave de la película en donde el
comandante Taylor se da cuenta de que
el Planeta de los Simios era en realidad el Planeta Tierra.

La Justicia Penal sabe tanto de la mente y la conducta humana como un
orangután, dicho con todo respecto por los orangutanes, por supuesto…

Las apariencias engañan…
Carta abierta a Fernando Burlando, a propósito del asesinato de Fernando Báez Sosa
En estos momentos -esto está escrito el 7/1/23- la Justicia Penal Argentina está juzgando a ocho rugbiers por el asesinato del joven Fernando Báez Sosa.
La mayor probabilidad es que apliquen condenas a perpetuidad, por lo menos a los que se presentan como los más responsables, y penas menores al resto.
Las pruebas del hecho son contundentes, de modo que a este respecto no hay nada que decir: los rugbiers son responsables, pero la pregunta que nadie se hace es: ¿son realmente culpables?
La Justicia Penal, en la actualidad, no tiene una respuesta al respecto, y, como no la tiene, simplemente cataloga también de culpable a quien solo es responsable.
Desde el punto de vista científico los rugbiers son responsables pero no culpables. En otras palabras, son inimputables.
Esta aseveración se basa, obviamente, en descubrimientos sobre la mente humana que ni los psiquiatras, ni los psicólogos, ni los jueces, ni los fiscales, ni los abogados, conocen. Que su ignorancia sea reprochable porque deberían saberlo, es otra historia.
El hecho es que ningún ser humano puede matar a otro salvo que su mente analítica se encuentre disminuida por alguna razón. Y si lo está y mata, será responsable del hecho pero no culpable.
Los rugbiers, por lo tanto, mataron a Fernando estando analíticamente disminuidos, lo que en buen criollo significa que no sabían lo que estaban haciendo, de lo contrario no hubieran podido hacer lo que hicieron.
Naturalmente, un caso distinto y que merece un análisis aparte es el de quien mata para salvar su vida o la de sus semejantes.

Esta aseveración no es una mera especulación teórica porque se puede probar, ya que existe un aparato, llamado Electropsicómetro, con el cual se puede comprobar el estado mental de una persona en el momento de cometer el hecho.
Esto significa que si este aparato llegara a indicar (estamos simplemente teorizando, por supuesto, porque es científicamente imposible que suceda algo así) que al momento del hecho los rugbiers estaban todos conscientes de lo que hacían, pues entonces córtenlos en pedacitos y muy despacio para que sufran lo más posible por lo que hicieron. Pero no antes.
El juicio a los rugbiers merece dos reflexiones: una de ellas es que es bastante extraño que la Justicia Penal, con sus largas condenas, sume a un hecho desgraciado, como la muerte de una persona, otro hecho más desgraciado aún, como encerrar por muchos años o directamente de por vida, a quienes se los considera culpables y transformarlos en poco menos que parias para sí mismos y para la sociedad.

En otras palabras, Fernando muere en la muerte y los rugbiers mueren en la vida, porque ¿quién no preferiría mil veces la muerte a estar encerrado hasta el último suspiro en una celda de 4 por 4? (si otros presos no lo asesinan antes, claro está).

Y la otra reflexión es que la condena a prisión perpetua es incluso peor que la conocida «Ley del Talión», que por lo menos al decir «ojo por ojo», «diente por diente», «oreja por oreja», etc., limitaba de alguna manera la justicia por mano propia. Nos estamos refiriendo, desde ya, al condenado que prefiere que lo maten antes de estar encerrado de por vida.
Y esto lo aclaramos porque es sabido que presos que han cumplido la sentencia se han negado a salir de la prisión. Hasta ese punto de negarse el condenado a la libertad la Justicia Penal deteriora las mentes.
Es muy fácil saber, teniendo la clave, es decir, el conocimiento, cómo se produjeron los hechos que concluyeron con la lamentable muerte de Fernando.

Los boxeadores, cuando están «groggys», actúan prácticamente en
estado de inconsciencia. El caso es prácticamente similar al de los rugbiers.

ASÍ SE GRABAN LOS ENGRAMAS (ÓRDENES HIPNÓTICAS)
Si en una operación con anestesia uno de los cirujanos dice, por ejemplo, algo tan aparentemente inocente como «seguí hasta que quede firme y no se mueva», el paciente tiene un engrama-orden hipnótica con este contenido verbal, el cual, si más tarde alguien por azar lo restimula, puede producir un hecho como el protagonizado por los rugbiers, es decir, golpear a alguien hasta matarlo. Esto no es teoría, sino hechos comprobados científicamente en todas las ocasiones, sin excepciones.
En el boliche, en un cambio de palabras, Fernando dijo algo, obviamente sin darse cuenta, que restimuló los engramas que alguien les implantó a los rugbiers.
Los engramas son órdenes hipnóticas que no pueden ser desobedecidas porque son supervivencia. Además, cuando los engramas se restimulan provocan automáticamente la disminución de la conciencia y la persona actúa como un autómata, igual que el boxeador que abrumado por los golpes tira puñetazos al aire sin saber lo que está haciendo.
Parece increíble que cualquier persona, con dos dedos de frente, pueda pensar, al ver el video del ataque a Fernando, que alguien puede actuar así en forma consciente.

Misión imposible: atropellar y no huir
Un ejemplo para comprender mejor el mecanismo de la mente reactiva (archivo de los engramas) es cuando alguien huye después de atropellar a alguien. Es esta mente la que opera, ya que la mente analítica queda prácticamente desconectada por el incidente.
La paradoja, entonces, es que el propio Fernando, por un azar del destino, selló su propia muerte con sus palabras.
¿Alguien mencionó al Karma? Bueno, como dijera Rudyar Kipling al final de su grandiosa obra «El libro de la selva», refiriéndose a la vida posterior de los protagonistas de su novela, «esa es otra historia».
Los engramas, para aquellos que quizás se les haya pasado desapercibido, no se los implanta uno, sino que se los implantan, lo que significa que en definitiva nadie es responsable por los engramas que les han implantado ni por las consecuencias que provoca. El implantado es en definitiva una víctima.
¿Quiénes son, en última instancia, los verdaderos responsables de la muerte de Fernando? ¡Pues todos aquellas personas, padres, maestros, amigos, etc., que por ignorancia, en momentos de inconsciencia les implantaron los engramas a los rugbiers que finalmente al restimulárselos los obligaron a actuar así.
En el futuro, los códigos penales de todo el mundo contendrán severas penas para quienes hablen en las cercanías de una persona inconsciente, porque se considerará un alevoso atentado a la cordura.

Lo expuesto no es teoría porque todo puede averiguarse en sesiones especiales de «auditación» (así se llama el procedimiento para eliminar los engramas).
Hace un tiempo hemos escrito un artículo sobre este tema de los rugbiers que aclarará cualquier duda.
EL ASESINATO DE FERNANDO BÁEZ SOSA


https://www.perfil.com/noticias/policia/muerte-de-fernando-baez-cronologia-del-caso-que-sacudio-a-villa-gesell.phtml
Crimen de Fernando Báez Sosa: cronología del caso que sacudió a Villa Gesell
Diez rugbiers de entre 18 y 20 años están detenidos, acusados de haber matado a golpes y con «premeditación» al joven estudiante.
El 17 de enero (2020) por la noche, Fernando Báez Sosa, de 19 años, fue brutalmente golpeado en la puerta de una disco de la localidad balnearia de Villa Gesell por un grupo de 10 jóvenes. El joven fue trasladado por una ambulancia al Hospital Arturo Illia, en donde ingresó con múltiples traumatismos y pérdida de conocimiento, y falleció a los pocos minutos. Por el caso fueron detenidos once jugadores de rugby de Zárate -uno de los cuales fue liberado a causa de una falsa acusación- en un caso de violencia desmedida que sacudió a la ciudad costera.
La pelea se originó en el interior del local pero los jóvenes fueron expulsados del lugar por personal de seguridad. En la salida, uno de los bandos comenzó a buscar al otro y encontró a uno de sus integrantes, Fernando, que estaba solo y lo comenzaron a golpear y darle fuertes patadas.
Los restos de Fernando fueron sepultados al mediodía en el Cementerio de la Chacarita. La autopsia reveló que murió a causa de un severo traumatismo en el cráneo y una hemorragia interna a causa de un golpe en la cabeza, que no le provocó fractura, pero fue suficiente para causar el deceso. Además, se constató que el muchacho recibió oto fuerte golpe en la mandíbula durante el ataque.
No es necesario que ahondemos más en el caso porque nuestra intención no es la historia de los hechos que pueden leerse y profundizarse en el Google, ya que el caso está teniendo -esto está escrito el 30/1/2020- una enorme difusión periodística.
Nuestra nota apunta a la Justicia, especialmente a la Justicia Penal, y por supuesto a la Psiquiatría, en particular a la Psiquiatría Forense, que se encuentran completamente desactualizadas en cuanto a los descubrimientos sobre la mente humana, las razones de su conducta y a su reparación.
Es muy probable que la justicia que tramita el caso finalice condenando a uno o a varios de los rugbiers que intervinieron en el incidente a cadena perpetua, o quizás a una pena de reclusión muy larga.
La condena que se imponga a los rugbiers partirá de la base de que ellos fueron los que asesinaron a Fernando. ¿Pero es realmente así?

Es un axioma de la mente que en un estado de plena conciencia
es imposible que alguien mate a un semejante, salvo
para salvar su propia vida o la de sus semejantes.

El asesinato es siempre un acto de inconsciencia provocado
por la mente reactiva, que es una mente de supervivencia
y que el individuo no puede desobedecer. El grado de conciencia que una persona tenía al momento del hecho puede ser medido por el Electrómetro. Es un disparate de la Justicia Penal evaluar todos los hechos como producidos por una sola mente, la mente analítica o consciente.


Lo que ignora la Psiquiatría, la Psicología tradicional y por supuesto la Justicia, es que los seres humanos tienen dos mentes, una analítica, que es la que evalúa las situaciones y luego resuelve, y otra, reactiva, que reacciona automáticamente ante una situación determinada, siendo esta última un mecanismo de supervivencia.


Este descubrimiento, realizado por Ronald Hubbard, fue difundido en su libro Dianética, la ciencia moderna de la salud mental, cuya primera edición data de 1950. Ningún juez ni ningún psiquiatra podrán justificarse diciendo que lo ignoraban. ¿Más de 70 años han transcurrido y aún no se enteraron? ¡Vaya miopía intelectual!


En resumidas cuentas, cuando la mente analítica o consciente disminuye su capacidad, sea total, como en un desmayo o a causa de la anestesia en una operación quirúrgica, o parcial, como en una pelea en riña, de inmediato y automáticamente se activa esa segunda mente, la mente reactiva, que además de grabar todo lo que sucede es la que conduce al organismo en ese momento de no supervivencia.

El ejemplo clásico es el del boxeador que completamente aturdido sigue disparando trompadas al aire y luego no recuerda que lo hizo, o el del padre que entra en un edificio en llamas para salvar a su hijo y que luego tampoco lo recuerda.

En una pelea, como en cualquier pelea, y más aún si se produce en un boliche, los protagonistas actúan de la misma manera que el boxeador y el padre de los ejemplos que anteceden, naturalmente dependiendo del grado de conciencia que tengan, es decir, poca o nada de consciencia de lo que están haciendo.
Como la mente reactiva no es como la mente analítica, es decir, un instrumento que razona, sino un mecanismo subidiota de supervivencia, una vez que entra en acción difícilmente puede ser manejada y por lo tanto manipula a los sujetos a su antojo.

https://blogs.20minutos.es/yaestaellistoquetodolosabe/cual-es-el-origen-de-la-expresion-a-ojo-de-buen-cubero/
Para que la Justicia pueda juzgar a cada rugbiers, en cuanto a la participación que tuvieron en el crimen de Fernando, el juez tendría que saber con exactitud el grado de conciencia individual durante el hecho , y como no tiene forma de saberlo, juzgará el caso a «ojo de buen cubero». Y si hay una evaluación de los psiquiatras forenses, estos también dictaminarán a «ojo de buen cubero».


El Electropsicómetro, el aparato que le falta a la Justicia Penal
Sin embargo, esto no debiera ser así ya que existe un aparato que puede medir ese grado de conciencia, siendo probable que alguno de los rugbiers resulte totalmente inimputable porque actuó como el boxeador del ejemplo, sin saber lo que estaba haciendo.
El Electropsicómetro (“E-Metro”) es un aparato inventado hace más de medio siglo que puede medir el grado de conciencia que tenía una persona al instante de cometer un delito. Por ejemplo, si al famoso dentista Ricardo Barreda, que mató a toda su familia con una escopeta, se lo examinara con él, se podría comprobar que estaba totalmente obnubilado en el momento del hecho. Sin embargo el psiquiatra forense que lo examinó concluyó que sabía lo que hacía. ¿A quién puede ocurrírsele algo tan absurdo como que alguien que mata a toda su familia a escopetazos puede estar en sus cabales en el momento del hecho?
Desde el momento en que la Justicia, basada en el dictamen de los psiquiatras forenses, no utilicen este aparato, la sentencia carecerá en absoluto de valor y le cabrá muy bien el mote de juzgamiento «a ojo de buen cubero».

El mito de la imparcialidad de los jueces
La Justicia, especialmente la Justicia Penal, no es completamente imparcial, y lo prueba la investigación que se hizo en cuanto a las penas que aplican según tengan hambre o no. En el primer caso, es decir, por ejemplo cuando no han desayunado, las penas que aplican siempre son más severas.

No sería mala idea para la defensa de los rugbiers que momentos antes de que los jueces dicten sentencia les hagan llegar una cuantas pizzas… (y lamentablemente no es broma).
NOTA ADICIONAL DE HORACIO VELMONT



Cuando la pena de muerte es una bendición
Hay algo en las leyes penales que a las personas que tenemos más de dos dedos de frente nos hace mucho ruido y son las penas que establecen los códigos para los diversos delitos, especialmente cuando la sentencia es a cadena perpetua.
Claro que un asesinato, y más la de un joven, como el caso de Fernando, es repudiable, ¿pero acaso la sentencia a cadena perpetua no es peor que la muerte? En otras palabras, ante una tragedia, la Justicia Penal provoca otra tragedia igual o peor.
El sentido común indica que alguien que mata a otro debería ser rehabilitado y una vez hecho esto devuelto a la sociedad, sin importar lo que haya hecho. Si una persona es rehabilitada, mantenerlo preso no es simplemente justicia sino venganza.


Uno de los descubrimientos fundamentales de Hubbard fue que la naturaleza básica del ser humano es la bondad y la solidaridad, y que la pérdida de estas condiciones se debe a órdenes hipnóticas que alguien le implantó en momentos en que estuvo inconsciente.
En otras palabras, cuando la Justicia Penal condena a un hombre que ha matado a otro está condenando a la parte no culpable. Esta es la paradoja.
En un futuro, esperemos que no lejano, los códigos penales establecerán severas penas para todo aquel que converse ante una persona inconsciente porque se lo considerará como gravísimo atentado a la cordura.

En el caso de los rugbiers, si se los examinara a través del Electropsicómetro, se podría comprobar que actuaron en un estado de semiinconsciencia o directamente inconsciencia, es decir, totalmente reactivos, siendo, por tanto, inimputables.

La “delgada línea roja” entre justicia y venganza
Reconozco que esta sociedad, donde impera la ignorancia más vergonzosa, tales medidas no pueden ser aplicadas porque lo que se busca con la condena no es la Justicia sino la venganza. Y los jueces siguen la misma tesitura. ¿O me equivoco?
COMENTARIO DE LOS LECTORES
A esto se suma que pudieron haber estado borrachos o hasta drogados. La mayoría de los asesinatos ocurren de esta manera cuando analizamos los casos. Lo que llaman “pasionales”. Son muy pocos los seres humanos que pueden cometer estos actos con pleno uso de razón ( y por esto son los que nos controlan).
Recuerdo de niño qué siempre le decía a mi mamá :”Cuando me enojo siento que no soy yo” y le decía que no recordaba lo que había hecho.
Usted tiene razón, profesor, en esta sociedad vengativa la solución a este problema difícilmente será aceptada. Pero podemos tratar en nuestros entornos familiares.
Saludos de nuevo-
Ángel
LECTURA IMPRESCINDIBLE
La Ciencia de la Mente Ilustrada (Parte I)
(libro completo: al pie se incluye el link para acceder a la parte siguiente)
LECTURAS RECOMENDADAS
Los jueces penales tienen que dejar de juzgar a “ojo de buen cubero”
La verdad sobre el caso Nahir Galarza
Misión imposible: atropellar y no huir
LECTURAS COMPLEMENTARIAS
DIANÉTICA Y CIENCIOLOGÍA
La verdad sobre Cienciología
Consecuencias de nuestros actos hostiles
Mente reactiva y programación MK Ultra
¿Por qué mierda tengo ataques de pánico?
Vendo o alquilo trastornos mentales
¿Qué nos sucede cuando cometemos un acto hostil …
El que las hace ¿las paga o no las paga?
¿Juicio por jurados o juicio por aberrados?
Internet profunda (Deep Web)
El castigo, ¿sirve para educar?
Padres contra hijos (la educación traumática)
La verdad sobre la adicción a la comida
La mente reactiva, tu archienemigo
Adopción homosexual, ¿sí o no?
La verdad sobre el Bondage
La verdad sobre la felicidad
La verdad sobre el Psicoanálisis (Parte I)
La verdad sobre el Psicoanálisis (Parte II)
Criminología, ¿ciencia o seudociencia?
La verdad sobre el dolor
Muerte de un hijo, ¿se puede superar?
No creas en todo lo que piensas
Psiquiatría Forense, ¿ciencia o seudociencia?
La terapia de choque
El mito del libre albedrío
Psiquiatría, una siniestra seudociencia
Terapias de aversión, añadiendo leña al fuego
El Electropsicómetro, el aparato que le falta a la Justicia Penal
Facundo Manes, el cavernícola
¿Son recuperables los Amish?
¿Robledo Puch puede salir libre?
El contagio de la aberración en la sociedad
El verdadero origen de la violencia de género
La verdad sobre el duelo amoroso
¿Puede repararse la mente?
Pedofilia, ¿amor a los niños o enfermedad mental?
Cómo transformar a un niño vivaz en autista
Los aplaudidores de Cristina, ¿por la plata baila el mono?
La violación de Rocío Girat
Jorge Lanata contra la Psiquiatría
El misterio de los “Niños Solares” de Paquistán
Lo que los médicos, los psicólogos y los psiquiatras ignoran
La mujer golpeada y el botón de contacto
Muhammad Ali, víctima del boxeo
Cristina y el mito de la impunidad
¿El perro es el mejor amigo del hombre?
Cristina y la violación de los códigos morales
Los humanos robots
La verdad sobre el “baypass gástrico”
Por qué defiendo a Cienciología
La razón por la que se ataca a Cienciología
Los heterosexuales “flexibles” (crossdressers)
Falacias de la Neurología
Síndrome del impostor
Corrupción, método infalible para exterminarla de golpe
Todos somos dementes hasta que se demuestre lo contrario
Nunca preguntes: “¿Por qué lo hiciste?”
Los peligros del hipnotismo
El caso del médico asaltado que mató al ladrón
El caso de El Estrangulador de Boston
Lo que ignoran los maestros escolares
La verdad sobre la bisexualidad
Trastorno de Identidad de la Integridad Corporal
Disfunción sexual, la Psicología cada vez más lejos…
¿Por qué ganó las elecciones Donald Trump?
¿Qué es “pensamiento justificado”?
Tom Cruise y la maldición de Cienciología
Marlon Brando y la violación de María Schneider en … (Último tango en París)
La verdad sobre la cirugía estética
Carta abierta a los cirujanos
El muelle, peligroso juego sexual adolescente
La verdad sobre el “Trastorno Obsesivo Compulsivo …
La depresión, sus verdaderas causas
La verdad sobre la homosexualidad y la poligamia
La verdad sobre las técnicas de liberación emocional (EFT)
Hablemos de tetas, con perdón de la palabra
El fraude de las encuestas
¿Matar una cucaracha crea Karma?
¡Ufa con el miedo a volar! (Aerofobia)
La causa de la criminalidad
El síndrome de Tourette #!@%*
¿Qué es la Prosopagnosia o “ceguera facial”
¿Qué es la erotomanía?
Gurdjieff y su enseñanza sobre la falta de unidad en el hombre
Leah Remini vesus Cienciología
Los secretos de Cienciología develados
Cienciología, ¿funciona o no funciona? (Parte I)
Cienciología, ¿funciona o no funciona? (Parte II)
Cienciología y la Tecnología de Estudio
¿Realmente crees conocer a las personas?
Uso de la invalidación para manipular a las personas
Los esclavos de la Cienciología
La verdad sobre la carrera de Psicología
Preguntas y respuestas basadas en las críticas a Cienciología
¿Son recuperables los violadores?
Crítica a la serie Esclavos de la Cienciología
Obsolencia de la Justicia Penal, la pena, la cárcel y …
Cienciologia y el lavado de cerebro
Cómo inventa enfermedades la Psiquiatría
¿Es verdad que el tiempo cura todos los males?
Stealthing, práctica sexual de quitarse disimuladamente el preservativo
Trastorno por déficit de atención
Homosexualidad, inexorable camino involutivo
¿Por qué se nos pega un hit? (A propósito del … tema “despacito”)
El caso Fernando Farré, asesino de su esposa con 70 puñaladas …
Síndrome de la acumulación compulsiva
El origen del síndrome de las compras compulsivas
La Psiquiatría y el cuento de los asesinatos a sangre fría
La verdad sobre el éxito de la canción “Despacito”
El affaire Julio De Vido, ¿honor entre ladrones?
Sadismo, masoquismo y “Las 50 Sombras de Grey”
Dislexia, Neurobiología y Oscurantismo
El extraño caso de las “Ponygirls”
El síndrome de Asperger o los inventos de la Psiquiatría
La verdad sobre los asesinatos de mujeres en México
El Nudismo al desnudo
Hablemos de sexo, con perdón de la palabra
El extraño caso de Andréi Chikatilo, el carnicero de Rostov
Cayó preso Boudou, ¿y Cristina cuándo cae?
La cárcel, el invento más perverso, estúpido e inútil del mundo
La homosexualidad no es inherente al ser humano
Eduardo Feinmann y su fallida encuesta sobre el aborto
Tiempos de barbarie: la terapia de conversión para curar la homosexualidad
El caso del policía Luis Chocobar, ¿héroe o asesino?
Aborto o el dilema de asesinar o no a la criatura por nacer
No siempre “somos lo que pensamos”
Misión imposible: atropellar y no huir
Cienciología y el aborto
Exhibicionismo, ¿perversión sexual o enfermedad mental?
Oscurantismo y castración química para los violadores
La verdad de lo que nos sucede cuando muere un ser querido
Falacias abortistas
Instrucciones para provocar trastornos mentales en el niño
El misterio de la extraña enfermedad de Shanyna Isom
El misterio de la esquizofrenia
Inutilidad del diagnóstico de las enfermedades mentales
El aborto y la justificación del asesinato de la criatura por nacer …
El crimen no paga, el aborto tampoco
El lucrativo negocio que encubre el aborto legal, seguro y gratuito …
La Psiquiatría y la Neurología al borde de la demencia
Mauricio Macri y la ley de aborto legal ¿cómplice de homicidio …
El “Aborto legal” y “El Planeta de los Simios”
El fraude de “Reduccel cápsulas” para adelgazar
El Aborto Legal y el refrán “Morte a te, felicita per noi”
El mito de la imparcialidad de los jueces
Mario Vargas Llosas y el aborto
La verdad sobre el sexo anal
Los peligros ocultos de las prácticas sadomasoquistas
La violación de Thelma Fardin (Juan Darthés)
Carta abierta a todas las mujeres violadas
Boxeo ¿deporte o crimen?
Lo único malo de Cienciología son los cienciólogos
Hablemos de la obesidad y las dietas
Lo que la Psiquiatria ignora sobre los tranquilizantes
Neurología o cómo seguir en el horno
Psiquiatras: ¡la depresión no se cura con drogas ni con electrochoques!
El Código Penal como indicio del fracaso de una civilización
La tortura del aplanamiento de senos
¿Quieres saber la verdad sobre Cienciología? ¡Pregúntame!
¿Quieres saber la verdad sobre el Psicoanálisis? ¡Pregúntame!
Tu Sam y los peligros del hipnotismo
¿Quieres saber la verdad sobre el “Juicio por Jurado”? ¡Pregúntame!
¿Por qué Cristina, ladrona confesa, mide tanto en las encuestas?
Pedofilia, ¿amor por los niños o enfermedad mental?
Hablemos de la pedofilia y de los pedófilos
Eutanasia, el caso de Noa Pothoven
¿Por qué los políticos nunca admiten su culpabilidad?
La violación de Marcela Baños
La verdad de las siglas LGBT (Lesbianas, Gay, Bissexual, Transgénero)
El extraño caso de las personas que se creen animales
El drama de los LGBTIQ (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Travestis, Transesuales, Intersexos)
¿Quieres saber la verdad sobre la homosexualidad? ¡Pregúntame!
¿Quieres saber la verdad sobre la fiebre uterina o ninfomanía? ¡Pregúntame!
¿Quieres saber la verdad sobre el travestismo? ¡Pregúntame!
¿Quieres saber la verdad sobre la transexualidad? ¡Pregúntame!
¿Hay niñas con pene y niños con vulva?
Existencia del alma, ¿mito o realidad?
¿Quieres saber la verdad sobre el traslado a otros universos? ¡Pregúntame!
El drama de los transgénero (el caso de Mariano “Marian” López Reta)
Hablemos del orgasmo femenino, con perdón de la palabra
¿Macri también padece del “Mal de Hubris”?
La violación de Sofía Otero
La “amnesia disociativa” o cómo la Psiquiatría inventa enfermedades mentales
El caso de los hombres que se creen mujeres
La verdad sobre las personas que creen ser animales
Todas las desviaciones sexuales tienen el mismo origen y son reversibles
El “orgullo gay” en el banquillo
La verdad oculta en el “orgullo gay”
La ciencia contra la homosexualidad
La verdad sobre el “suicidio por policía”
Los jueces penales tienen que dejar de juzgar a “ojo de buen cubero”
La verdad por la cual la pena de muerte no disuade la criminalidad
El extraño caso de Gil Pereg, que se cree gato, maúlla y le tiene terror al baño
¿Quieres saber la verdad sobre las fantasías sexuales? ¡Pregúntame!
La verdadera historia del descubrimiento de la mente reactiva
Conspiración contra el vapeo (la verdad sobre el cigarrillo electrónico)
¿Te atreverías a entrar en la “Casa del Terror” para ganar 20.000 dólares?
¿Quieres saber por qué existe la maldad? ¡Pregúntame!
¿Sabías que existen personas que tienen sexo con automóviles?
La verdad sobre la masturbación pública
La verdad sobre el miedo a los payasos
La verdad sobre Cienciología y la homosexualidad
La verdad sobre el cambio de sexo
El fraude de las operaciones de “cambio de sexo”
El fraude de la adopción homosexual
La verdad oculta detrás de la cirugía de “cambio de sexo”
El extraño caso de los niños que creen ser niñas o animales
Psiquiatría, disforia de género y transexualidad
Hablemos de Estanislao Fernández, el hijo gay del presidente electo argentino
La verdad sobre el tercer sexo
Identidades sexuales: hombre, mujer, intersexo y animal
Carta abierta a todos los gays, lesbianas, bisexuales, travestistas y transexuales
Evo Morales y la enfermedad de querer eternizarse en el poder
¿Qué sucedería si extirparas de tu mente ese “arbitrario” que hace que no seas tú?
El extraño caso de Tom Peters, el primer hombre “transespecie”
Hipnotismo y homosexualidad
Cómo la ignorancia vuelve estúpidas a las personas
¿Quieres saber por qué los homosexuales no quieren curarse? ¡Pregúntame!
El extraño caso del supositorio milagroso que cura la homosexualidad
El extraño caso de Karen, que pasó de hombre a mujer y ahora quiere ser caballo
¿Quieres saber cuál es la diferencia entre un homosexual y un heterosexual? ¡Pregúntame!
El Electropsicómetro, el aparato que cura la homosexualidad
Homosexualidad, ¿enfermedad mental, perversión o elección de vida?
Por qué la homosexualidad debe erradicarse
El homosexual debe ser respetado, pero la homosexualidad combatida
La homosexualidad en el reino humano y en el reino animal
¿Qué es más difícil, dejar el cigarrillo, dejar el alcohol o dejar de ser homosexual?
La Psiquiatría se burla de los gays
Cuando la realidad supera a la ficción
Los hombres y las mujeres son espíritus encarnados con el sexo de nacimiento
El engaño de la ideología de género
La homosexualidad en el Planeta de los Simios
Todos los homosexuales son heterosexuales
Carta abierta a un abortista, ministro de salud pública Ginés González García
Salir del clóset debería ser fácil, la Psiquiatría lo ha hecho difícil
Ningún presidente es cuerdo (ni tampoco el vicepresidente)
¿Sabías que Brad Pitt sufre de “ceguera facial”?
La iglesia alemana quiere abolir el celibato y propiciar el sexo homosexual
El lenguaje inclusivo como enfermedad mental
¿Qué parte de “LA HOMOSEXUALIDAD ES UNA ENFERMEDAD MENTAL” no entiendes?
Diferencia entre identidad de género, sexo biológico y expresión de género
¿Qué parte de “el abortismo es una enfermedad mental” no entiendes?
¿Qué parte de “el lenguaje inclusivo es una enfermedad mental” no entiendes?
Dady Brieva, Luis Novaresio y la carga de ser puto
¿Qué parte de “Nos están tomando por idiotas” no entiendes?
El insólito caso del comisario que se masturbaba frente a sus subordinadas
Florencia de la V ¿es un hombre o es una mujer?
¿Qué parte de “hay países donde es legal tener sexo con animales” no entiendes?
Gabriel Rolón, psicoanalista, o el culto al discurso hueco
Buenas y malas noticias para los gays, las lesbianas, los bisexuales, los travestis, los transgénero, los transespecie e incluso los quer
¿Cuál es el largo de un cabello?