ATRAPADO SIN SALIDA
Horacio Velmont
Así es, querido Watson, no hay ley más aberrante que la
que permite que una madre sea verdugo de su propio hijo…
Caí en la trampa como un chorlito…
A Macri lo engañaron, le dijeron que el No ganaba por amplia mayoría…
El presidente argentino Mauricio Macri probablemente hubiera anunciado que vetaría la ley de «Aborto legal, seguro y gratuito» si le hubieran informado que existía la probabilidad cierta de que dicha ley se aprobara.
Pero resulta que le informaron lo opuesto, es decir, que no existían probabilidades de su aprobación. Entonces se manifestó prescindente y que respetaría lo que decidieran los legisladores.
Gabriela Michetti y el aborto en casos de violación
“No se trata de una ideología, una creencia o una postura política sino de una evidencia experimental. La ciencia ha probado con certeza que la vida humana comienza en el instante mismo de la fecundación del óvulo por el espermatozoide. Si interrumpimos este proceso vital en cualquier momento de su desarrollo, la ciencia ha demostrado que se elimina un nuevo ser humano”.
Mauricio Macri no puede ignorar, y aunque lo ignore no tiene validez, que el aborto es el asesinato de un ser humano, incluso desde el momento mismo de la concepción. Y esto no es una mera especulación sino un hecho científico comprobado.
Tampoco puede ignorar, y esto es de sentido común, que no puede solucionarse una tragedia, como lo puede ser una violación, provocando otra tragedia mayor. Admitir esto sería tan absurdo como tratar de apagar un incendio con gasolina.
Desde ya que una ley que apruebe el homicidio no hace desaparecer el hecho de que un acto sea homicidio. Esto vale porque si se aprueba la ley de aborto legal, la muerte de la criatura por nacer seguirá siendo un homicidio, solo que impune. ¿Se entiende el punto?
Si no hay veto a la ley, en caso de que se aprobara (esto está escrito el 10/7/18, momentos antes de que entrara en sesión el Senado), Mauricio Macri deberá cargar sin atenuantes con el hecho de que no evitó la pena de muerte para miles de seres humanos, porque, reitero, a partir de la concepción ya hay un ser humano, y la interrupción del embarazo, a partir de este momento, es lisa y llanamente asesinato. Y esto no lo dice ninguna religión ni ninguna filosofía, lo dice la ciencia.
La pregunta del millón es si el presidente Mauricio Macri aceptará cargar con tamaña responsabilidad, no solo ante la sociedad sino ante Dios. Y aquellos abortistas que sean ateos, más le vale tener en cuenta que pueden estar equivocados.
El por qué la gente trata de abortar, es un problema que tiene su
respuesta solo en la aberración, pues es muy difícil abortar a una
criatura. Puede decirse que en el intento la madre misma tiene más
riesgo de morir que la criatura, sin importar el método empleado.
Lo que no se ha llegado a entender es que los abortistas, al proponer sesgar una vida humana, están aberrados en la segunda dinámica, la del sexo, la familia y los niños, de modo que su decisión no es libre sino impuesta.
Estos mismos abortistas, así como hoy preconizan el asesinato de los niños por nacer, mañana pueden querer que se corten las manos a los ladrones o que se le corte el pene a los violadores. Y no es que uno no quisiera cortárselos, pero si nos preciamos de civilizados debemos abstenernos de proponer tan extrema solución.
Es de hacer notar que una ley de aborto legal daría pie a que por fútiles motivos una madre se decida a ser verdugo de su propio hijo -digo verdugo porque esto es lo que es- como que el embarazo le dificultará los estudios o simplemente porque le desfigurará la silueta.
Los abortistas aducen, falsamente, que los abortos practicados «legalmente» son más seguros que los practicados en la clandestinidad. El riesgo es similar porque se trata de una operación quirúrgica y los riesgos son los mismos.
También aducen, y esto es una deleznable falacia, que la mujer es dueña de su cuerpo y puede decidir si el ser humano en gestación que lleva en su vientre vive o muere. En rigor, es un huésped distinto de sus padres, con un ADN propio, y por lo tanto no pueden decidir sobre él.
A todo esto se agrega que los abortistas han caído en la trampa de la propaganda de las multinacionales que comercian con los fetos, cuyas ganancias son exorbitantes. Esperemos que ningún legislador argentino haya sido «adornado» por ellas para votar a favor del «Aborto legal, seguro y gratuito». Preferimos apostar a que solo son «idiotas útiles».
Quizás lo más trágico de todo es que la mujer que aborta sabe, en su conciencia íntima, que fue verdugo de su hijo, y esto le traerá trastornos indecibles. Aquí viene bien el viejo dicho de que a veces el remedio es peor que la enfermedad.
LECTURAS COMPLEMENTARIAS
El negocio del aborto, dinero sangriendo:
https://www.youtube.com/watch?v=bbJiccLzeFg
Falacias abortistas
Carta abierta a Victoria Donda sobre el aborto
El lucrativo negocio que encubre el aborto legal, seguro y gratuito …
El aborto legal es patrocinado por empresas que comercian órganos fetales …
La mujer que aborta asesina a un ser humano
En defensa de Nicole Neumann y de los niños por nacer
El aborto y la justificación del asesinato de la criatura por nacer …
El crimen no paga, el aborto tampoco
No diga “aborto legal”, diga “asesinato legal”
¿Los abortistas nacen, se hacen o los hacen?
ARGENTINA HOMICIDA DE NIÑOS
Mauricio Macri y el quinto mandamiento
El aborto y la instauración de la pena de muerte en Argentina