¿NAPOLEÓN ESTUVO INVOLUCRADO?
Horacio Velmont
Así es, querido Watson, a Napoleón no le debe haber caído muy
bien que la misión de Benjamín Bathurst fuera influir en
los austríacos para que le declararan la guerra a Francia…
Yo no tuve nada que ver con el asesinato de Benjamín Bathurst,
y si miento que pierda la batalla de Waterloo…
La desaparición aparentemente misteriosa de Benjamín Bathurst en tiempos de las guerras napoleónicas dio origen a muchas especulaciones, incluso hasta se habló de algún hecho sobrenatural.
Bathurst fue un diplomático británico del siglo XIX, relativamente joven y muy bueno en su trabajo. Era un hombre con un potencial sin límites. En 1809, luego de conducir una misión diplomática en Austria, se dirigió a casa, forzado a tomar una ruta más peligrosa para evitar Francia (él trataba de convencer a los austríacos de atacar las fuerzas de Napoleón).
Armado hasta los dientes, incluyendo dos pistolas que siempre llevaba encima, Bathurst decidió viajar a través de Alemania, bajo el seudónimo de Koch.
El 25 de noviembre, Bathurst y su ayudante alemán, Herr Krause, se detuvieron en el pequeño pueblo de Perleberg, descansando un rato antes de continuar su jornada. Cuando llegó la hora de dejar la posada, Bathurst salió por la puerta, con Krause supuestamente siguiéndole el paso con solo a unos minutos de distancia.
Sin embargo, cuando Krause salió, Bathurst no estaba y nunca se le volvió a ver. Krause eventualmente llegó a Inglaterra, semanas después, y le dijo a los oficiales británicos sobre la desaparición del diplomático.
Una gran investigación fue llevada a cabo, con la misma esposa de Bathurst gastando mucho dinero para que perros rastrearan el área que rodeaba Perleberg, pero nunca lo encontraron. Varias piezas de su ropa fueron descubiertas en el área aledaña, pero nada más.
La opinión que prevalece es que o fue arrestado por los franceses y luego asesinado en prisión, o fue víctima de bandidos que hacían del viaje por Europa durante el siglo XIX una aventura riesgosa.
El caso es que ante este inexplicable suceso el gobierno británico ofreció una recompensa de 1000 libras por cualquier información que les condujera hasta el funcionario. El importe de esta recompensa fue doblado por parte de la familia y también lo hizo el príncipe Federico de Prusia. Los resultados fueron negativos.
La inquietud de la familia llega a tal extremo que no dudan en dirigirse a Napoleón y hablarle de la desaparición. El emperador les contesta: «Juro que lo único que sé de dicha y trágica desaparición es lo que he leído en los periódicos».
Hasta aquí llega el texto que he extraído de Internet. Quien desee más detalle sobre este diplomático puede consultar los links que hemos referenciado al pie.
Encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que
alguien la enciende me retiro a otra habitación y leo un libro.
Casi como una cuestión rutinaria, los medios de comunicación, cuando no tergiversan los hechos por razones espurias los hacen más interesantes inventando sucesos y agregando a la historia algunos condimentos, que en el caso de la desaparición de Benjamín fueron, entre otros, que «se esfumó en el aire en presencia de testigos«. Nada de esto ocurrió.
Consultados los profesores del Grupo Ruanel, su director, Daniel, fue categórico:
Bathurst fue asesinado por espías franceses encubiertos que se encontraban en el lugar… Y no es cierto lo que dijo Napoleón que no sabía nada del asesinato…
En otras palabras, la muerte del diplomático a manos de espías franceses, más allá de lo manifestado por el profesor Daniel, es la deducción más lógica y sensata.
Además, y por supuesto, que lo aseverado por Napoleón de que se había enterado por los periodicos de la desaparición del diplomático y que ignoraba todo al respecto, no se la cree nadie…
NOTA ADICIONAL DE HORACIO VELMONT
En la época en que Benjamín Bathurst fue asesinado las guerras napoleónicas estaban en su apogeo y el diplomático temía que agentes franceses estuvieran tras él por orden de Napoleón.
Una mujer que vio a Bathurst beber té el día que desapareció dijo que parecía tan nervioso que no podía hacerlo sin derramar su taza. ¿Intuía acaso lo que más tarde le ocurriría?
Unas semanas más tarde, dos ancianas encontraron un par de pantalones de Bathurst que tenían agujeros de bala (pero sin sangre) y una carta a su mujer que decía que temía que nunca volvería a ver Inglaterra. Bathurst también culpaba de su situación al Conde d’Entraigues, un noble francés que más tarde resultó ser un doble agente que trabajaba para Napoleón.
Pero los franceses negaron vehemente cualquier intento por acabar con la vida de Bathurst e insistieron en que él se había suicidado. Incluso el propio Napoleón, como ya señalamos, le aseguró a la esposa del diplomático que no tenía nada que ver con el asunto y le permitió ir a la zona del Rhin. Una investigación de cuatro meses, llevada a cabo en 1810, no logró encontrar una respuesta concluyente a la desaparición de su marido.
Otras personas sugirieron que a Bathurst lo había asesinado su ayudante de cámara u otra persona que tal vez quería su dinero o la correspondencia diplomática que llevaba.
En 1852, el esqueleto de una persona aparentemente asesinada con un fuerte golpe en la parte posterior de la cabeza fue encontrado en el sótano de una casa donde había vivido un hombre que trabajaba en el White Swann Inn, pero cuando el cráneo fue mostrado a la hermana de Bathurst, dijo que para nada se parecía a él.
LECTURA RECOMENDADA
https://es.wikipedia.org/wiki/Benjamin_Bathurst
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